martes, 18 de octubre de 2011

ARTRITIS REUMATOIDE

Cómo se trata la AR?
En estos momentos, no hay cura para la AR. Hasta que no se conozca la causa de la AR, probablemente no sea posible erradicar la enfermedad por completo. No obstante, existen tratamientos con fármacos muy eficaces, y el tratamiento temprano es crucial. Los métodos actuales de tratamiento se centran en aliviar el dolor, reducir la inflamación, detener o retrasar daños en las articulaciones, y mejorar las funciones y el bienestar del paciente. Los tratamientos modernos han mejorado considerablemente la calidad de vida de las personas con AR.
El programa de tratamiento será ajustado para adaptarse a sus necesidades, teniendo en cuenta la gravedad de la artritis, otras dolencias que pueda tener y su estilo de vida individual.
Su equipo de salud
El tratamiento de la AR a menudo requiere un enfoque de equipo, el cual beneficia al paciente gracias a la experiencia de profesionales de la salud de diferentes ramas. Un reumatólogo (un médico con formación especial en artritis y otras enfermedades de los huesos, músculos y articulaciones) suele actuar como líder del equipo de salud. El reumatólogo coordina los cuidados con el médico de familia, un médico especializado en medicina interna (un internista), o con otros profesionales del cuidado de la salud.
Otros profesionales de la salud, como terapeutas físicos, terapeutas ocupacionales, enfermeras, psicólogos, cirujanos ortopédicos y trabajadores sociales, a menudo desempeñan papeles importantes al ayudarle a controlar la enfermedad.
¿Qué medicamentos se utilizan?
Los medicamentos que se utilizan para tratar la AR se pueden dividir en dos grupos: los que pueden aliviar los síntomas y los que pueden modificar la enfermedad. Su médico podría recomendar el uso de dos o más medicamentos de forma simultánea, cada uno de los cuales cumplirá un fin distinto en el tratamiento de la AR. Algunos de estos medicamentos afectan el sistema inmuno-lógico o tienen otros efectos secundarios, por lo que será de gran importancia una cuidadosa vigilancia durante el tratamiento.
Aunque todos los fármacos (incluso aquellos cuya venta no está restringida) tienen efectos secundarios, la AR puede causar problemas serios, como la destrucción de las articulaciones, si no se trata. Por lo tanto, las decisiones relacionadas con el tratamiento deben hacerse concienzudamente, sopesando los beneficios del tratamiento (alivio del dolor, prevención de la discapacidad) y los riesgos, e incluso el costo de la utilización de ciertos tipos de fármacos. Llame a su médico, enfermero o farmacéutico si tiene alguna duda sobre sus medicamentos, o si piensa que éstos están produciendo efectos secundarios o no están funcionando adecuadamente.
Medicamentos Sintomáticos
Los siguientes medicamentos pueden aliviar los síntomas asociados con la AR.
AINEs y Aspirina
Los AINEs, o fármacos antiinflamatorios no esteroideos, incluyendo aspirina, ibuprofeno, naproxeno de sodio y otros, se utilizan para ayudar a aliviar el dolor y combatir la inflamación que acompaña a la AR. No obstante, los AINEs por sí solos no suelen constituir un tratamiento adecuado para la AR. La mayoría de pacientes con AR también necesita tomar medicamentos modificadores de la enfermedad o agentes biológicos.
Los AINEs y la aspirina pueden causar efectos secundarios, como dolor de estómago e incluso hemorragias. Si usted experimenta estos efectos secundarios, su médico podría recetar medicamentos adicionales que puedan ayudar a reducir el riesgo de tales efectos, u otro medicamento para la AR que tenga un mínimo efecto sobre el estómago.
La aspirina, que pertenece a un grupo de AINEs llamados salicilatos, todavía es utilizada por muchos médicos para tratar la AR. Para que sea eficaz, debe usarse regularmente y ser administrada en dosis mucho más altas que las que comúnmente se utilizan para combatir el dolor. Aunque la aspirina sea menos costosa que otros AINEs similares y sus niveles en la sangre puedan medirse con precisión, puede ocasionar problemas gástricos en muchas personas. La mayoría de los médicos recomienda que los pacientes tomen aspirina o AINEs junto con alimentos, para ayudar a prevenir los síntomas relacionados con problemas gástricos.
Si usted experimenta problemas gástricos al tomar aspirina o AINEs, podrían utilizarse derivados de aspirina, llamados salicilatos no acetilados. Los salicilatos no acetilados (salsalato, trisalicilato de magnesio) están disponibles con receta médica y causan menos problemas gástricos.
Tomados en dosis completas, los diversos AINEs y la aspirina suelen presentar niveles similares de efectos antiinflamatorios y analgésicos. Uno de los beneficios adicionales del uso de AINEs o aspirina en la AR, es que proporciona protección contra ataques cardíacos y apoplejías. No debe tomar aspirina mientras esté tomando otro AINE, ni combinar diferentes AINEs, a menos que su médico le recomiende que lo haga. También hay disponibles nuevos AINEs con menos posibilidad de dañar el estómago.
Los inhibidores selectivos de la COX-2, tales como celecoxib (Celebrex) y rofecoxib (Vioxx), pertenecen a una subcategoría de AINEs que puede resultar más segura para el estómago. Todos los AINEs funcionan bloqueando la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas. No obstante, los AINEs tradicionales no sólo bloquean las prostaglandinas en el lugar de la inflamación, sino también en órganos como el estómago, en donde las prostaglandinas proporcionan protección contra irritaciones gástricas.
Los inhibidores selectivos de la COX-2 (ciclooxigenasa-2) bloquean las prostaglandinas únicamente en el lugar de la inflamación. Éstos no afectan las prostaglandinas que protegen el estómago y hacen que las plaquetas formen coágulos de sangre. Como resultado, con los inhibidores de la COX-2 hay un riesgo reducido de problemas gástricos, como hemorragias. No obstante, como los inhibidores de la COX-2 no afectan la coagulación, no proporcionan protección contra apoplejías o ataques cardíacos.
Analgésicos
Los analgésicos alivian el dolor, pero no reducen la inflamación de las articulaciones. Entre estos medicamentos se incluyen el acetaminófeno (Tylenol y otras marcas), propoxifeno (Darvon y otras marcas) y tramadol (Ultram), así como los medicamentos narcóticos contra el dolor, como el acetaminófeno con codeína. Los medicamentos narcóticos contra el dolor no suelen recomendarse por sí solos en el tratamiento de la AR a largo plazo, porque a menudo tienen efectos secundarios indeseables (incluyendo estreñimiento) y pueden crear fármacodependencia si se toman en exceso.
Glucocorticoides
Los glucocorticoides (cortisona, prednisona) pueden ayudar a aliviar los síntomas de la AR. Estos medicamentos están relacionados con la cortisona, una hormona natural que se encuentra en el cuerpo y controla muchas funciones importantes, como la presión sanguínea y el pulso. Sin cortisona usted no podría vivir.
Si toma dosis elevadas de glucocorticoides durante unos meses, comenzará a experimentar efectos secundarios. Estos efectos secundarios pueden ser serios e incluir aparición rápida de hematomas, osteoporosis (pérdida y resquebrajamiento de la masa ósea), cataratas, glaucoma, aumento de peso, redondez facial, susceptibilidad a infecciones, diabetes, hipertensión y problemas emocionales y psiquiátricos. Incluso tras un corto tratamiento con glucocorticoides, raramente se presentan señales de osteonecrosis, una condición que produce serios daños en los huesos.
Se pueden utilizar dosis bajas de glucocorticoides junto con aspirina, AINEs o fármacos modificadores de la enfermedad, para ayudar a controlar la inflamación de las articulaciones.
Muchos de los beneficios y efectos secundarios de los glucocorticoides están directamente relacionados con la dosis administrada. El objetivo es encontrar la dosis efectiva más baja posible, para evitar tantos efectos secundarios como se pueda. Los glucocorticoides suelen administrarse en combinación con fármacos modificadores de la enfermedad y no deben considerarse como una única forma de tratamiento farmacológico contra la AR. Si usted toma glucocorticoides regularmente, debe hablar con su médico sobre la ingestión de calcio y vitamina D, así como sobre hormonas y otros medicamentos que puedan prevenir la osteoporosis.
La administración de glucocorticoides durante períodos prolongados reduce o detiene la capacidad del cuerpo para producir su propia cortisona. Es peligroso detener súbitamente o reducir de forma significativa la cantidad de glucocorticoides que pueda estar tomando, porque el cuerpo podría dejar de producir cortisona con la rapidez suficiente. Por lo tanto, cuando es necesario reducir la dosis de glucocorticoides, se requiere que el médico la reduzca lentamente (variación gradual). Asimismo, podría ser necesario suplementar o incrementar la dosis en períodos de mucho estrés, como durante una cirugía.
Los glucocorticoides pueden inyectarse directamente en las articulaciones afectadas por la AR. Tales tratamientos pueden reducir la inflamación en las articulaciones hinchadas o doloridas, o con períodos frecuentes de agudización. Como su efecto es local, la inyección directa en la articulación controla temporalmente la inflamación y evita la mayoría de los efectos secundarios indeseables que aparecen con el uso diario de píldoras de glucocorticoides. Las inyecciones pueden producir un efecto sistémico temporal y podrían tener efectos secundarios dañinos en las articulaciones si se utilizan más de unas cuantas veces al año.
Medicamentos Modificadores de la Enfermedad
Los fármacos que alivian síntomas además de tener capacidad para modificar el proceso de la enfermedad de la AR, son conocidos como fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMEs) o agentes de segunda línea.
Metotrexato
Uno de los FARMEs utilizados más comúnmente para el tratamiento de la AR es el metotrexato. El metotrexato se toma una vez a la semana en forma de píldora, líquido o inyectable.
El médico revisará con frecuencia las funciones hepáticas y el recuento sanguíneo mientras usted esté tomando el fármaco, para detectar anormalidades en el funcionamiento del hígado o de la médula ósea. Si toma metotrexato no debe ingerir alcohol, ya que la combinación podría aumentar el riesgo de daños al hígado. Además, se le podría aconsejar que se someta a una biopsia del hígado después de tomar metotrexato, si se sospechan daños en éste.
Otros posibles efectos secundarios del metotrexato incluyen desarreglos gástricos, úlceras en la boca, dolores de cabeza, mareos, fatiga y síntomas parecidos a los de la gripe o diarrea. El uso diario de una simple vitamina, el ácido fólico, puede reducir algunos de esos efectos secundarios. Un efecto secundario serio del metotrexato, aunque raro, es la inflamación de los pulmones. Notifique a su médico inmediatamente si se le presenta una tos seca o experimenta dificultades respiratorias importantes, sobre todo si tiene fiebre, mientras toma metotrexato.
Hidroxicloroquina y otros antimaláricos
Los fármacos antimaláricos, desarrollados en un principio para el tratamiento del paludismo, han sido utilizados durante muchos años para tratar la AR. Los fármacos antimaláricos se utilizan para aliviar la inflamación y el dolor de las articulaciones. El antimalárico de uso más común es la hidroxicloroquina (Plaquenil).
La hidroxicloroquina se administra en forma de tableta, por lo general, una o dos veces al día. Serios efectos secundarios suelen ser poco frecuentes, pero las personas que toman estos medicamentos deben someterse a exámenes oculares con regularidad para detectar posibles daños en la retina, que podrían causar una disminución del color o de la visión periférica, a pesar de que tales lesiones sean extremadamente raras. Los efectos adversos sobre la vista pueden limitarse si este efecto secundario se detecta temprano.
Sulfasalazina
La sulfasalazina (Azulfidine) es una combinación farmacológica de antibiótico/antiinflamatorio, utilizada para tratar tanto la AR como enfermedades inflamatorias intestinales. Los efectos secundarios pueden incluir erupciones, desarreglos gástricos, dolores de cabeza, disminución en el recuento de glóbulos blancos y plaquetas, así como tener efectos negativos para el hígado. Las personas alérgicas a medicamentos con sulfa no pueden tomar sulfasalazina.
Leflunomida
La leflunomida (Arava) es un fármaco modificador de la enfermedad relativamente nuevo, utilizado para tratar la artritis reumatoidea. Los efectos secundarios pueden incluir erupciones de la piel, alopecia (pérdida del cabello) reversible, así como síntomas gastrointestinales y hepáticos. Usted deberá someterse a frecuentes análisis de sangre, incluyendo recuentos y estudios de las funciones hepáticas, mientras tome este fármaco.
Las personas con infecciones activas o las mujeres embarazadas o lactantes no deben tomar leflunomida. Debido a que los estudios han demostrado que la leflunomida puede causar defectos de nacimiento en animales, las mujeres con posibilidad de embarazo deben utilizar un método anticonceptivo seguro mientras tomen leflunomida. Si una mujer desea quedar embarazada, debe dejar de tomar leflunomida y tomar otro fármaco que le ayude a eliminar la leflunomida del cuerpo, incluso si no la ha tomado durante años. Los hombres que toman leflunomida deben seguir el mismo procedimiento si desean engendrar un niño.
Terapia de Oro
La terapia de oro, administrada en forma de sales de oro inyectables (Myochrysine, Solganal) o píldoras de oro (Ridaura), fue una de las primeras formas de terapia FARME disponibles para el tratamiento de la AR. Ahora la terapia de oro se usa raramente, y ha sido reemplazada principalmente por el metotrexato.
Entre los posibles efectos secundarios de la terapia de oro se incluyen erupciones, proteína en la orina y recuentos de sangre anormales.
D-Penicilamina
La D-penicilamina (Depen, Cuprimine) se toma diariamente en ayunas en forma de píldora. Puede causar efectos secundarios similares a aquellos vistos con la terapia de oro y, al igual que todos los medicamentos para la AR, requiere una supervisión estrecha y una vigilancia cuidadosa por parte de su médico. Su uso ha decrecido en los años recientes, debido a sus efectos secundarios y limitados beneficios.
Azatioprina
La azatioprina (Imuran) es un fármaco inmunosupresor, aprobado para el tratamiento de la AR. Se suministra como píldora, y requiere análisis regulares de sangre para vigilar los efectos del fármaco sobre la médula ósea y el hígado. Entre los posibles efectos secundarios se incluye un incremento del riesgo de infecciones y erupciones.
Ciclosporina
El fármaco inmunosupresor ciclosporina (Neoral) ha sido aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) para el tratamiento de AR severa y activa, en combinación con el metotrexato. Existe un pequeño riesgo de daños al riñón con el uso de la ciclosporina, y su médico revisará con frecuencia su presión sanguínea, vigilará el funcionamiento de los riñones y lo someterá a análisis de sangre para detectar cambios mientras tome ciclosporina.
Minociclina
La minociclina (Minocin, Dynacin) es un antibiótico que produce efectos benéficos modestos en algunos pacientes con AR. Su efectividad puede ser sustancialmente mayor en las primeras etapas de la AR, lo cual probablemente se debe más a las propiedades antiinflamatorias del fármaco, que a su capacidad para matar bacteria. Las personas alérgicas a la tetraciclina no deben tomar minociclina. Este fármaco puede interferir con la efectividad de ciertos medicamentos anticonceptivos.
Agentes biológicos
El etanercept (Enbrel), el infliximab (Remicade), el anakinra (Kineret) y el adalimumab (Humira) llamados también modificadores de la respuesta biológica (MRBs), atacan elementos químicos específicos del sistema inmunológico, involucrados en la artritis reumatoidea. Estos agentes biológicos bloquean la acción del factor de necrosis tumoral (FNT), un elemento químico que desempeña un papel importante en la inflamación y en los daños a los tejidos.
Tanto el etanercept como el infliximab han sido aprobados para el tratamiento de la AR. Además, el etanercept también ha recibido la aprobación de la FDA para su uso en niños y adolescentes (de 4 a 17 años de edad) que padezcan de artritis juvenil.
El etanercept se prescribe para la “disminución de señales y síntomas, así como para retardar daños estructurales en pacientes con AR que va de moderada a gravemente activa”. El etanercept se administra dos veces por semana en forma de inyecciones subcutáneas, en el muslo, el abdomen o el brazo. Usted puede inyectarse a sí mismo, o dejar que lo inyecte un familiar o proveedor de cuidados de salud. El fármaco debe mantenerse refrigerado por ser una proteína natural que puede descomponerse a temperatura ambiente.
Los efectos secundarios más comunes del etanercept incluyen dolores de cabeza, infección de las vías respiratorias superiores y reacciones benignas, como picazón y enrojecimiento, en los lugares de aplicación de inyecciones. Si usted presenta síntomas de infección mientras usa etanercept, llame a su médico para recibir una evaluación y tratamiento apropiados. Además, con el etanercept existe un pequeño riesgo de daños a la médula ósea, así como de complicaciones neurológicas.
El infliximab, en combinación con el metotrexato, se prescribe para la “reducción de señales y síntomas e inhibición del progreso de daños estructurales en pacientes con AR que va de moderada a gravemente activa, que hayan tenido una reacción inadecuada al metotrexato solo”. El infliximab se administra de forma intravenosa, y un profesional de la salud con experiencia en perfusiones le administrará el fármaco directamente en la vena. El proceso de perfusión, el cual requiere unas tres horas, puede hacerse en casa con la ayuda de un enfermero, en una clínica para pacientes externos, en un centro de perfusión o en la consulta del médico. Después de la primera perfusión, usted recibirá otra a las dos semanas, a las seis semanas, y luego una cada ocho semanas.
Los efectos secundarios más comunes del infliximab incluyen infecciones de las vías respiratorias superiores, dolores de cabeza, sinusitis y tos. Si se le presentan síntomas de infección mientras utiliza el infliximab, llame a su médico para recibir una evaluación y tratamiento apropiados.
El anakinra actúa bloqueando la acción de una citoquina inflamatoria, la interleuquina-1 (o IL-1). Se administra a través de inyecciones diarias con un dispositivo especial Se ha aprobado el anakinra para el tratamiento de la AR.
El adalimumab se indica para reducir la simtomatología e ihibir el progreso del daño articular en adultos con AR moderada o severa que tienen una respuesta inadecuada a otros medicamentos. Se puede usar sólo o con otros agentes biologicos. Se administra cada dos semanas por medio de inyecciones en el muslo o abdomen. Debe refrigerarse.
Se están desarrollando otros agentes biológicos para bloquear otros componentes específicos de los procesos inmunológicos e inflamatorios relacionados con la AR.
Terapia de columna de Prosorba
La terapia de la Inmunoadsorción de la Proteína A (la columna de Prosorba) es un novedoso enfoque en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoidea moderada a severa, que no han respondido bien al tratamiento con FARMEs. La columna de Prosorba, un dispositivo médico, elimina algunos de los anticuerpos hallados en el plasma (la porción líquida de la sangre) que están asociados con la artritis reumatoidea.
Los efectos secundarios de la terapia de la columna de Prosorba incluyen un estado sintomático parecido a la gripe, con escalofríos, fiebre moderada y fatiga pasajera.
Ejercicio, actividad y descanso: ¿Cuánto debe hacer?
Durante muchos años, se pensaba que las personas que padecían de artritis debían descansar sus articulaciones para protegerlas contra daños. Ahora, sin embargo, los médicos y terapeutas saben que estos pacientes pueden mejorar su salud y condición física a través del ejercicio (sin lastimar las articulaciones). Una actividad física moderada y habitual ayuda a disminuir la fatiga, fortalece los músculos y huesos, aumenta la flexibilidad y la energía y mejora la sensación de bienestar general.
Puede trabajar con su equipo de salud para determinar la mejor combinación de ejercicio, actividad y descanso para su dolencia. Cuando se padece de AR, es importante hacer ejercicio para mantener las articulaciones flexibles, los músculos fuertes y el corazón y los pulmones en buenas condiciones.
Cuando una articulación está caliente, dolorida e hinchada, el descanso ayudará a disminuir la inflamación, y los ejercicios de movimientos de alcance general ayudarán a mantener el movimiento de las articulaciones. Su médico o terapeuta puede guiarle sobre la cantidad y el tipo de descanso que necesita. Sin embargo, reducir temporalmente el nivel de actividad no significa suspender todo ejercicio. Usted aún debe ocuparse de la movilidad de las articulaciones realizando ejercicios de movimientos de alcance general, e isométricos para la fortaleza muscular.
Los ejercicios de movimientos de alcance general están concebidos para preservar la movilidad de las articulaciones y usualmente se realizan sin peso. Debe mover las articulaciones a través del alcance total del movimiento, prestando una atención especial al final del movimiento, donde la movilidad podría perderse primero.
Los ejercicios isométricos le pueden ayudar a mantener fuertes los músculos sin mover las articulaciones. Su médico o terapeuta puede enseñarle la manera adecuada de realizar estos ejercicios.
Como no implican movimiento de las articulaciones, estos ejercicios se pueden hacer cómodamente incluso cuando la inflamación está presente. Por lo general, puede continuar con ejercicios acuáticos durante los períodos de agudización, porque la flotación del agua ayuda a proteger las articulaciones y facilita los movimientos.
Cuando los síntomas estén bajo control, deberá reanudar gradualmente un programa completo de ejercicios que incluya ejercicio aeróbico. El ejercicio cardiovascular es importante para la salud en general, el control del peso, la fortaleza muscular y el nivel de energía. Los programas de bajo impacto para mantenerse en forma, como caminar o montar en una bicicleta estacionaria, son por lo común buenas opciones. Debe consultar con su médico o terapeuta sobre el programa adecuado para usted.
¿Cómo le ayudan los terapeutasfísicos y ocupacionales?
La terapia puede ayudar a la mayoría de los pacientes con AR. Los terapeutas físicos pueden evaluar sus necesidades especiales y enseñarle la manera adecuada de hacer ejercicio para mejorar la movilidad de las articulaciones, la fortaleza muscular y la capacidad aeróbica. Ellos también le pueden proporcionar valiosas instrucciones sobre cómo utilizar eficazmente los tratamientos de calor y frío para reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón, así como para facilitar los movimientos. Además, también pueden proporcionarle rehabilitación postoperatoria, férulas, soportes para caminar y calzado ortopédico.
Los terapeutas ocupacionales le enseñan a proteger y utilizar las articulaciones. Ellos también le instruyen sobre cómo realizar las tareas diarias, tanto en el trabajo como en el hogar, de manera que se reduzca el estrés en las articulaciones. Los terapeutas ocupacionales le pueden enseñar formas inteligentes de utilizar su energía, y de planificar las actividades diarias de una manera eficiente. También le pueden enseñar técnicas de relajación.
¿Cuándo es la cirugía su mejor opción?
Si sufre dolor y discapacidad a causa de un daño severo en las articulaciones, su médico podría sugerirle el reemplazo total de la articulación (llamado también artroplastia total de la articulación). El reemplazo de la articulación le puede ayudar a continuar siendo independiente. Los cirujanos ortopédicos son quienes llevan a cabo estos procesos, que suponen el reemplazo de las partes dañadas de las articulaciones con componentes de metal y plástico. Estas partes se unen al hueso con cemento, o se revisten con un metal poroso o producto químico, que permite que el hueso se una al componente.
Los reemplazos totales de cadera y rodilla son las artroplastias más comunes y más exitosas que se realizan. A éstas les siguen las cirugías de la mano. La mayoría de cirugías requiere rehabilitación postoperatoria obtener el máximo beneficio de la nueva articulación. También pueden asignarle un programa de ejercicios antes de la cirugía para fortalecer los músculos. Toda cirugía de reemplazo de articulaciones debe ser llevada a cabo por un cirujano con formación especializada en este tipo de cirugía.
Típicamente, los médicos prescriben un programa de medicamentos y terapia antes de pensar en el reemplazo de una articulación.
¿Puede la dieta ayudar a controlar la AR?
Algunas personas con AR sospechan que ciertos alimentos pueden agravar o aliviar su artritis. Cuidadosos estudios científicos no han logrado probar hasta ahora que los cambios de dieta tengan importancia en la causa o cura de la AR, en la mayor parte de las personas. No obstante, los ácidos grasos omega-3 (hallados en los peces de agua fría) pueden reducir moderadamente la inflamación de la AR, cuando se toman en cantidades suficientes.
Es muy importante mantener una dieta saludable que incluya cantidades adecuadas de proteína y calcio. Durante los períodos de agudización de la artritis, puede perder el apetito y tener tendencia a adelgazar. Durante estos períodos, es importante que se asegure de consumir suficientes calorías. Cuando la artritis esté menos activa o si toma glucocorticoides, es importante que evite el exceso de peso. Consuma sólo cantidades moderadas de alcohol si está tomando aspirina o AINEs, y evítelo por completo si toma metotrexato. Todos los pacientes con AR, y en particular aquellos que tomen glucocorticoides, deben ingerir suplementos de calcio y una multivitamina que contenga vitamina D. Para reducir la pérdida de hueso, podría ser necesaria la utilización de sustitutos de hormonas y/u otros agentes.
Otras prácticas saludables, como someterse con regularidad a reconocimientos médicos y no fumar, también son muy importantes.

1 comentario:

  1. El Dr. Itua cura mi VIH, he sido un consumo de ARV durante 10 años. He estado en apuros hasta que me encontré con el Dr. Itua en el sitio de blogs. Le envié un correo electrónico sobre mis detalles de mi VIH y mi ubicación, le expliqué todo lo que tenía y me dijo que no hay nada que temer y que me curará. , él me dio una garantía, me pidió que pagara las tarifas de los artículos, así que cuando me cure, mostraré la gratitud que hice y el testimonio de sus hierbas curativas es lo que haré por el resto de ustedes que tienen VIH. y otra enfermedad puede ver el buen trabajo del Dr. Itua. Recibí su medicina herbal a través del servicio EMS Courier que entregó en mi oficina postal dentro de los 5 días hábiles. El Dr. Itua es un hombre honesto y lo aprecio por su buen trabajo. Mi abuela llamó Él lo apreciaba y el resto de mis amigos también. Me alegra que no tenga que tomar Pastillas y tener esa gorda belleza es una pesadilla. Comprenderás de qué estoy hablando si tienes el mismo problema que yo. Sin embargo, ahora no. Ahora soy libre y saludable. Muchas gracias al Dr Itua Herbal Center. También tengo su calendario. que recientemente me envió, He Cure toda clase de enfermedades como, cáncer, erección débil, removedor de verrugas, HPV, herpes, fibromialgia, VIH, hepatitis B, inflamación del hígado / riñón, epilepsia, infertilidad, fibroides, diabetes, Dercum, Copd, y También trae de vuelta a Ex Lover Back ... Aquí su contacto .drituaherbalcenter@gmail.com O Whats_app Number +2348149277967

    ResponderEliminar