sábado, 28 de marzo de 2009

GOTA

La gota
¿Qué es la Gota?
La gota causa ataques repentinos y fuertes de dolor e hipersensibilidad, enrojecimiento, calor e hinchazón en algunas articulaciones. Generalmente compromete a una articulación a la vez. La articulación del dedo gordo del pie suele ser la primera.
¿Qué le Sucede a una Persona con Gota?
Los episodios se desarrollan muy rápidamente; el primer episodio suele ocurrir durante la noche.
Los episodios pueden estar ocasionados por:
Traumatismo de la articulación
Exceso de consumo de alcohol
Exceso de consumo de ciertos alimentos
Cirugía
Enfermedad grave y repentina
Dietas agresivas
Ciertos medicamentos diuréticos
Quimioterapia
¿Cuáles son las Causas de la Gota?
La mayoría de las personas que sufren de gota presenta niveles elevados de un producto de desecho corporal llamado ácido úrico en la sangre (hiperuricemia). El ácido úrico forma cristales que se depositan en las articulaciones y producen inflamación. No obstante, no todas las personas que tienen hiperuricemia tienen o desarrollarán gota.
El ácido úrico es una sustancia que normalmente se forma cuando el cuerpo descompone productos de desecho llamados purinas.
La gota puede ser hereditaria o se puede presentar como una complicación de otra afección.
La dieta, el peso y el consumo de alcohol también pueden jugar un papel importante en la gota y la hiperuricemia.
¿A Quiénes Afecta la Gota?
Principalmente a hombres mayores de 40 años de edad, pero puede afectar a personas de cualquier edad.
Las mujeres con gota generalmente la desarrollan después de la menopausia.
¿Cómo se Diagnostica la gota?
Examen físico e historia clínica.
Análisis de sangre para medir los niveles de ácido úrico.
Análisis del líquido de las articulaciones para verificar la presencia de cristales de ácido úrico.
¿Cómo se Trata la Gota?
Los tratamientos pueden incluir:
Dieta
Control de peso
Restricción de alimentos de alto contenido de purinas
Contenido Relativo de Purina en Alimentos Comunes
Grupo A: alimentos que contienen altos niveles de concentración de purina, aproximadamente 150 a 1.000 mg cada 100 gramos (intente evitar estos alimentos).
Hígado
Mollejas

(vísceras)
Salsas
Anchoas
Caldos
Mejillones
Sesos
Huevas (de pescado)
Vino
Cerveza
Riñón
Sardinas
Corazón
Arenques
Grupo B: alimentos que contienen niveles moderados de purina, 50 a 150 mg cada 100 gramos, que los médicos suelen restringir a una porción por día.
Carnes
Hongos
Arvejas (guisantes o chícharos)
Espinaca
Coliflor
Lentejas
Espárragos
Habas
Pollo
Levadura
Cereales integrales
Pescado (excepto los mencionados anteriormente)
Otros mariscos
Grupo C: alimentos que contienen niveles insignificantes de purina. Éstos no afectan a la gota.
Frutas
Frutos secos
Leche
Azúcar y dulces
Queso
Huevos
Verduras (excepto las mencionadas anteriormente)
Especias y condimentos, incluyendo la sal y el vinagre
Cereales refinados y productos de cereales
Mantequilla y grasas (con moderación)
Sopas de verduras (claras)
Evite el consumo de alcohol
Beba 10 a 12 vasos de ocho onzas (250 ml) de bebidas sin alcohol (por ej. agua) por día
Medicamentos para aliviar el dolor y la hinchazón durante un ataque agudo:
Colchicina (disponible únicamente como fármaco genérico)
AINE Inhibidores de la COX-2
Glucocorticoides
ACTH (hormona adrenocorticotrópica)
Medicamentos para evitar episodios posteriores:
Colchicina
Medicamentos para controlar los niveles de ácido úrico:
Allopurinol
Probenecid
Sulfinpirazona
Cirugía (poco frecuente)


ARTRITIS JUVENIL

La Artritis Juvenil
¿Qué es la Artritis Juvenil?.
La palabra artritis significa inflamación de las articulaciones. La inflamación de las articulaciones causa dolor, rigidez, hinchazón y disminución de movilidad. La artritis juvenil se refiere a la artritis o a una condición relacionada con la artritis (enfermedad reumática) que ocurre antes de los 16 años.
En Estados Unidos, casi 300.000 niños padecen de alguna forma de artritis juvenil. La forma de artritis más común en los niños es la artritis reumatoide juvenil (ARJ). La artritis también afecta a los niños como un síntoma de otras enfermedades, entre las que se encuentran enfermedades que afectan a la columna vertebral, la piel, el tracto gastrointestinal y otros órganos.
Aún se desconoce la causa de la mayoría de las formas de artritis juvenil. La artritis juvenil no es contagiosa y no existe evidencia de que las comidas, toxinas, alergias o carencia de vitaminas jueguen un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Las investigaciones actuales indican que puede haber una predisposición genética a la artritis juvenil. En otras palabras, la combinación de los genes que su hijo haya heredado puede contribuir, en conjunción con otros factores que no están definidos en este momento, en el desarrollo de la artritis. Tipos de Artritis Juvenil y Condiciones Relacionadas.
Es importante determinar si su hijo tiene un tipo de artritis o una afección relacionada, ya que los tratamientos son diferentes en cada caso. El diagnóstico precoz y el tratamiento posterior son fundamentales para prevenir o reducir el daño en las articulaciones

Artritis reumatoide juvenil
La forma de artritis más común en los niños es la artritis reumatoide juvenil (ARJ). También se conoce como artritis idiopática juvenil (AIJ) y artritis crónica juvenil (AJC). A menudo es una afección leve que ocasiona pocos problemas, aunque puede dar lugar a serias complicaciones en casos graves.
Los síntomas de la artritis reumatoide juvenil incluyen:
Fatiga;
Hinchazón;
Rigidez; o
Dolor en las articulaciones, lo cual se agrava después del sueño o la inactividad.
Sin embargo, como la ARJ afecta a cada niño de forma diferente, es probable que su hijo no experimente todos estos cambios. Por otra parte, el grado de afección de cualquier síntoma también varía de niño a niño.
Los síntomas de la artritis reumatoide juvenil no sólo varían según el niño, sino que también varían de día a día e incluso durante el mismo día. Un día puede parecer que su hijo ha entrado en remisión, que es el período en el que los síntomas de la artritis y los signos observados en los exámenes físicos mejoran o incluso desaparecen. Otros días es posible que su hijo muestre un episodio – lo cual ocurre cuando la artritis se vuelve más activa. Sin embargo, el médico de su hijo es el único que puede determinar cuándo el niño está en remisión. Aunque haya una sola articulación inflamada, la artritis se considerará activa.
Existen tres tipos principales de artritis reumatoide juvenil:
Poliarticular, que afecta a cinco articulaciones o más;
Pauciarticular, que afecta a lo máximo cuatro articulaciones; y
Sistémica, que se acompaña por fiebre elevada y una irritación en la piel.
Artritis Reumatoide Juvenil Poliarticular
Generalmente, la artritis poliarticular afecta a las articulaciones pequeñas de los dedos y las manos, aunque también puede afectar a las articulaciones que soportan mucho peso, como las rodillas, la cadera, los tobillos y los pies. Normalmente, este subtipo de artritis afecta a las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo.
Síntomas adicionales incluyen:
Fiebre baja;
Una prueba de factor reumatoide (FR) positiva;
Nódulos reumatoides (protuberancias debajo de la piel, con mayor frecuencia en el codo); y
Anemia (número bajo de glóbulos rojos).
Dos lugares en el cuerpo de especial preocupación en niños con artritis poliarticular son la articulación temporomandibular y la columna cervical (cuello). La artritis en la articulación temporomandibular puede restringir el movimiento normal de la mandíbula a causa del dolor y molestia al morder. También puede provocar el crecimiento anormal de la mandíbula, que pudiera resultar en el torcimiento de la boca al abrirla y sonreír. La artritis del cuello puede provocar inestabilidad o fusión de los huesos de la columna cervical, con posibilidad de lesión en la médula espinal a partir de un trauma relativamente menor. Su médico comprobará si existe esta afección mediante un examen de rutina y radiografías cuando sea apropiado.
Artritis Reumatoide Juvenil Pauciarticular.
Pauciarticular es la forma más común de artritis reumatoide juvenil, especialmente en niños pequeños. La artritis reumatoide juvenil pauciarticular afecta menos de cuatro articulaciones, que habitualmente son las articulaciones grandes (rodillas, tobillos o codos) de un lado del cuerpo. Entre los tres subtipos de artritis reumatoide juvenil, la pauciarticular es la que tiene el mayor riesgo de provocar la inflamación ocular crónica nombrada uveítis. Los ojos de su hijo deben ser revisados regularmente por un oftalmólogo (médico especializado en ojos).
Artritis Reumatoide Juvenil Sistémica.
Sistémico significa que afecta a todo el cuerpo. Esta es la forma menos común de artritis reumatoide juvenil. Puede afectar los órganos internos del niño además de las articulaciones.
Los síntomas incluyen:
Grados de fiebre elevada, de 103 °F (39 °C) o más, que pueden durar semanas o incluso meses;
Irritación con granos color rojo pálido que aparecen en el pecho, los muslos y a veces en otras partes del cuerpo (la irritación en la piel suele acompañar a la fiebre y puede aparecer y desaparecer durante tres días seguidos);
Inflamación de las articulaciones, que suele comenzar en el mismo momento que los síntomas sistémicos (fiebre y erupción) pero que también puede comenzar varias semanas o meses después;
Inflamación de las membranas exteriores del corazón o los pulmones; inflamación del corazón o los pulmones;
Anemia; y
Dilatación de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
En muchos niños desaparecen completamente los síntomas sistémicos de la enfermedad (incluso la fiebre), pero la artritis continúa. En este tipo de artritis reumatoide juvenil, es posible que la artritis aparezca y desaparezca durante varias semanas, aunque en la mayoría de los casos es crónica.
Aunque la uveítis no es común en niños con artritis reumatoide juvenil sistémica, asegúrese de que el médico revise los ojos de su hijo anualmente.
Diagnóstico de la Artritis Juvenil.
El médico de su hijo puede tomar muchas medidas para detectar si él padece de algún tipo de artritis juvenil. Aunque puede ser frustrante, trate de tener paciencia. Pregunte sobre las pruebas o los procedimientos que no entienda. El diagnóstico puede incluir los siguientes pasos:
Historial médico completo;
Examen físico;
Pruebas de laboratorio; y
Radiografías.
Tratamiento de la Artritis Juvenil
Con el diagnóstico y tratamiento tempranos, los niños con artritis reumatoide juvenil podrán lograr el mejor resultado posible. El tratamiento de su hijo dependerá del tipo de artritis y de sus síntomas particulares. Todos los programas para el tratamiento de la artritis juvenil tienen como objetivo:
Controlar la inflamación;
Aliviar el dolor;
Prevenir daños en las articulaciones; y
Optimizar la función.
MedicamentosEl objetivo inmediato de la farmacoterapia es reducir la inflamación, aliviar el dolor y la hinchazón e incrementar al máximo la capacidad funcional. Por su parte, los objetivos a largo plazo son prevenir el avance de la enfermedad y la destrucción de huesos, cartílagos y tejidos blandos como los músculos, tendones y las cápsulas de las articulaciones. Los siguientes medicamentos se utilizan en el tratamiento de niños con artritis y afecciones relacionadas.
Medicamentos Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno y naproxeno, entre otros) son fundamentales en la terapia inicial de la artritis juvenil. Se debe tomar uno de estos fármacos en particular durante un período de seis a ocho semanas como mínimo para comprobar si ayuda a controlar el dolor y la inflamación. No todos los niños responden a cada medicamento. Por este motivo, el médico debe probar distintas medicinas antiinflamatorias no esteroides para encontrar la que tenga el efecto deseado. Se pueden hacer pruebas de laboratorio para controlar la toxicidad de dichos fármacos en su hijo.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides se obtienen en forma de píldoras y en forma líquida. Se toman de una a tres veces por día, según el fármaco prescrito.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
Dolor de estómago;
Náusea y vómito;
Anemia;
Dolor de cabeza;
Fuerte dolor abdominal a causa de úlceras estomacales;
Fragilidad;
Cicatrices en la piel (especialmente con naproxeno);
Disminución de la función renal; y
Dificultad de concentración.
Existe otro medicamento nuevos que puede resultar menos dañino para el estómago, como el inhibidor selectivo de COX-2 (ciclooxigenasa-2) – celecoxib (Celebrex). Aunque la Administración de Alimentos y Fármacos no ha autorizado el uso de Celebrex en la artritis reumatoide juvenil, se puede usar en niños que no toleran los medicamentos antiinflamatorios no esteroides estándar.
Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad (FARME)Los fármacos antirreumáticos modificadores de enfermedad, también conocidos como agentes inductores de remisión, no producen un efecto antiinflamatorio ni alivian el dolor de inmediato, sino que previenen ciertos daños en las articulaciones, como la destrucción ósea y la pérdida del espacio articular, varias semanas o meses después del inicio de la terapia. Estas medicinas se utilizan con más frecuencia en combinación con los medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Los niños que estén tomando estos medicamentos deben ser sometidos regularmente a pruebas de laboratorio para controlar la toxicidad.
MetotrexatoEl metotrexato (Rheumatrex, Trexall) se administra semanalmente, ya sea por vía oral (líquido o píldoras) o por inyecciones. Se trata del fármaco antirreumático modificador de enfermedad que más se prescribe para niños y adultos con artritis. Numerosos estudios en niños con artritis reumatoide juvenil han documentado los beneficios del metotrexato en los resultados del tratamiento de la enfermedad a largo plazo. Se han detectado pocos efectos secundarios graves al utilizar dosis bajas de metotrexato en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil. Pero sigue siendo importante el seguimiento regular de las pruebas de laboratorio. Entre los efectos secundarios se pueden encontrar náusea, vómito, llagas en la boca, diarrea, bajo número de glóbulos blancos e irritación del hígado. Los niños que estén tomando metotrexato pueden experimentar una disminución en la resistencia a infecciones. Por este motivo, durante el tratamiento con metotrexato no deben recibir vacunas de virus vivos atenuados, como la vacuna contra la varicela o la triple viral contra paperas, sarampión y rubéola (MMR en inglés).
De todos los niños tratados con metotrexato, aproximadamente entre el 50 y el 70 por ciento finalmente mejoran. Sin embargo, la mejoría sólo es evidente después de cuatro dosis como mínimo y, para que el efecto sea total, se pueden precisar hasta tres meses. Las dosis de metotrexato para niños se calculan de acuerdo con el peso y la altura corporal y se ajustan a medida que el niño crece. El tratamiento con metotrexato les facilita a los niños con artritis asistir a clases, participar en eventos escolares y alcanzar las metas de desarrollo apropiadas para la edad.
Si bien la FDA no ha autorizado el empleo de metotrexato en la artritis reumatoide juvenil, este agente es muy utilizado en el tratamiento de la enfermedad y constituye el mejor parámetro para evaluar los otros medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. El metotrexato se ha utilizado en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil durante más de 15 años y tiene un excelente perfil de seguridad.
SulfasalazinaLa sulfasalazina (Azulfidine, Azulfidine EN-Tabs) es un tratamiento efectivo para la artritis juvenil. Los efectos secundarios incluyen:
Malestar estomacal;
Diarrea;
Mareo;
Dolor de cabeza;
Sensibilidad a la luz solar;
Pérdida del apetito;
Problemas hepáticos;
Disminución en el recuento sanguíneo;
Náusea o vómito; e
Irritación en la piel.
Otros Agentes.
A veces, la ciclofosfamida (Cytoxan), talidomida (Thalomid) y ciclosporina (Neoral) se utilizan en la artritis juvenil cuando no se ha logrado controlar la actividad de la enfermedad con otros agentes.
Corticosteroides
Los corticosteroides (prednisolona, prednisona, metilprednisolona y dexametosona, entre otros) son agentes antiinflamatorios fuertes que se utilizan en casos graves de artritis juvenil o cuando no ha habido respuesta con otros fármacos. Se utilizan con precaución debido a sus numerosos efectos secundarios. Si se prescriben corticosteroides orales, se debe administrar la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible. A menudo el fármaco se toma por vía oral, en forma líquida o en píldoras. Los corticosteroides también se pueden administrar mediante inyecciones, ya sea en la propia articulación o a través de una vena (I.V.). Los corticosteroides administrados directamente en la articulación no tienen los efectos secundarios asociados con la administración oral o intravenosa prolongada.
Los posibles efectos secundarios de los corticosteroides orales incluyen:
Presión sanguínea elevada;
Osteoporosis (disminución de la densidad de los huesos);
Síndrome de Cushing (aumento de peso, cara de luna llena, piel delgada, debilidad muscular y fragilidad en los huesos);
Cataratas;
Retardo en el crecimiento:
Disminución de la resistencia a infecciones;
Cambios repentinos en el estado de ánimo;
Aumento del apetito; y
Mayor riesgo de úlceras.
Todos los niños que tomen corticosteroides deben tomar suplementos de calcio y vitamina D para ayudar a prevenir fracturas de huesos. Tampoco deben recibir vacunas de virus vivos atenuados, como la triple viral (MMR en inglés), y la vacuna contra la varicela. Por otra parte, los niños que estén tomando corticosteroides deben utilizar un brazalete o collar de alerta. De esta manera, el personal médico de emergencia sabrá que debe administrar medicación complementaria si el niño es operado o tiene una lesión grave.
Hidroxicloroquina
La hidroxicloroquina (Plaquenil) ayuda a controlar el dolor y la hinchazón de las articulaciones. Se suele utilizar en niños con tipos de artritis más leves o en combinación con metotrexato. Es la terapia establecida en numerosas condiciones relacionadas, entre las que se encuentran el lupus eritematoso sistémico y la dermatomiositis juvenil.
Los efectos secundarios de la hidroxicloroquina incluyen malestar estomacal, diarrea, irritación en la piel y, en raras ocasiones, cambios oculares que pueden alterar la visión en color. Los niños que tomen este fármaco deberán ir con regularidad a un oftalmólogo para que les revise los ojos. Si se detectan cambios oculares en los exámenes de rutina, se puede interrumpir el medicamento antes de que se produzcan cambios clínicos importantes en la visión. Aunque se desconoce la incidencia exacta de cambios en la visión, los datos recientes sugieren que se producen en muy raras ocasiones si se administran dosis estándar de hidroxicloroquina durante menos de cinco años.
Agentes Biológicos.
Los agentes biológicos, también denominados modificadores de respuesta biológica (MRB), constituyen una nueva clase de fármacos utilizados para el tratamiento de varias enfermedades, entre las que se incluye la artritis reumatoide juvenil.
Cuatro de estos modificadores han sido autorizados para el tratamiento de la artritis reumatoide adulta: etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade), adalimumab (Humira) y anakinra (Kineret). El etanercept, infliximab y adalimumab bloquean la acción de una proteína conocida por su contribución en la inflamación llamada factor de necrosis tumoral (FNT).
El etanercept es el único modificador de respuesta biológica aprobado por la FDA para ser utilizado en niños y adolescentes (de 4 a 17 años de edad) que padezcan artritis reumatoide juvenil poliarticular. Se ha demostrado que es efectivo en niños con este tipo de artritis que no logran una mejoría únicamente con el metotrexato. El etanercept también puede ser útil en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil sistémica y la uveítis asociada con la artritis reumatoide juvenil.
Se administra por inyecciones una o dos veces por semana y se puede utilizar solo o en combinación con metotrexato. El efecto secundario más común del etanercept es una leve reacción de la piel en el lugar donde se pone la inyección. Debido a que este modificador fue descubierto recientemente, no se dispone de información sobre los riesgos que podría tener a largo plazo. No debe utilizarse en niños con infecciones crónicas. El médico de su hijo debe ser notificado si el niño presenta signos de infección considerable que requiera antibióticos mientras está tomando etanercept, a fin de poder determinar si se debe interrumpir temporalmente el medicamento.
El infliximab tiene un efecto similar al del etanercept y se administra mediante una infusión intravenosa (I.V.) en una clínica u hospital. La FDA no ha autorizado su utilización en niños con artritis reumatoide juvenil. El infliximab tiene mayor riesgo de reacción alérgica grave, por lo cual se realizará un estricto seguimiento de su hijo durante las infusiones.
El adalimumab y anakinra son modificadores de respuesta biológica adicionales que actualmente se están investigando para su utilización en niños. El adalimumab es otro inhibidor del factor de necrosis tumoral (FNT) que se administra mediante inyección subcutánea una vez cada dos semanas. La Anakinra bloquea otra proteína inflamatoria denominada interleucina 1. Se administra en inyecciones diarias. Ambos medicamentos requiren prescripción medica, ya que la FDA ha autorizado su uso en el tratamiento de la artritis reumatoide adulta.
Es importante que revisen a su hijo para ver si tiene infección tuberculosa antes de comenzar con cualquier fármaco antiFNT, incluyendo el infliximab, etanercept o adalimumab.
AnalgésicosLos analgésicos (acetaminofeno, tramadol) no reducen la inflamación, pero alivian el dolor. Los niños que tienen dolor constante a pesar del acetaminofeno y del tramadol pueden ser tratarse con medicamentos opioides contra el dolor. Entre ellos se encuentran la oxicodona, la morfina y la metadona. Los efectos secundarios pueden incluir mareos, náuseas, estreñimiento, dolor de cabeza y somnolencia. Sólo se deben tomar junto con otros medicamentos por recomendación de un médico.
Un tratamiento adecuado para el dolor no sólo es importante para el bienestar, sino es fundamental para el uso constante de las articulaciones afectadas. Los músculos, huesos y articulaciones mantienen la fuerza y la movilidad si se utilizan con frecuencia.
Otros Tipos de Artritis Juvenil.
Espondiloartropatías Juveniles.
Las espondiloartropatías son un grupo de enfermedades que pueden afectar a las articulaciones sacroilíacas o de la columna vertebral, así como también a las articulaciones de las extremidades inferiores, comúnmente la cadera y las rodillas.
Existen varias formas diferentes de espondiloartropatías, que incluyen:
La espondilitis anquilosante juvenil;
El síndrome de artropatía y entesopatía seronegativa (SAE);
La artritis asociada con enfermedad intestinal inflamatoria; y
La artritis reactiva.
Las espondiloartropatías aparecen con más frecuencia en niños que en niñas. Generalmente, la espondilitis anquilosante juvenil provoca artritis en las articulaciones grandes de las extremidades inferiores, como la cadera y el esqueleto axial.
Artritis Psoriásica Juvenil
La artritis psoriásica juvenil es un tipo de artritis que afecta a niños y niñas y ocurre en asociación con la psoriasis, que afecta a piel. Sin embargo, la psoriasis puede comenzar muchos años antes o después de la aparición de la artritis. Los síntomas de la psoriasis incluyen irritaciones rojas que se descaman, comúnmente detrás de las orejas, en párpados, codos y rodillas y en la línea del cuero cabelludo o la parte inferior del vientre. Pueden haber depresiones puntiformes o crestas en las uñas de las manos. Es probable que la psoriasis se produzca por los antecedentes familiares y no por la artritis del niño.
Dermatomiositis Juvenil
La dermatomiositis juvenil (DMSJ) es una enfermedad inflamatoria que provoca debilidad muscular y una irritación cutánea característica en párpados y nudillos. Alrededor del 20 por ciento de los niños que con esta enfermedad tienen artritis. El tratamiento de la enfermedad de la piel y los músculos es igual que el tratamiento de la artritis. En circunstancias especiales, es probable que su médico le recomiende un tratamiento adicional.
La dermatomiositis juvenil es más común en las niñas y aparece con más frecuencia entre los 5 y 14 años de edad. La debilidad muscular afecta los músculos del tronco, de los hombros y de la parte superior de la pierna. Esto ocasiona problemas para correr, subir escaleras o levantarse del suelo o de una silla, entre otras actividades. Con frecuencia, los niños con DMSJ tienen dolor o sensibilidad muscular, aunque generalmente no es grave.
Vasculitis Juvenil
Vasculitis significa inflamación de los vasos sanguíneos. La vasculitis se presenta en varias formas diferentes, cada una de ellas con características clínicas únicas que pueden incluir la artritis. Además, se puede presentar vasculitis en niños con DMSJ o lupus eritematoso sistémico.
Otras formas de vasculitis juvenil incluyen:
Poliarteritis nodosa;
Poliarteritis cutánea;
Granulomatosis de Wegener; y
Síndrome de Behçet.
Afecciones Juveniles no Inflamatorias
Las afecciones no inflamatorias son una causa importante del dolor crónico o recurrente en los niños. Se pueden producir por herencia, lesiones u otras causas desconocidas. No provocan el desarrollo de artritis.
El dolor y la rigidez generalizados son característicos de la fibromialgia, que es un síndrome de dolor crónico. Es posible que su hijo tenga fatiga constante, sueño agitado, ansiedad y depresión. El diagnóstico se basa en el historial clínico de su hijo y la presencia de puntos sensibles en lugares específicos del cuerpo. El tratamiento es una combinación de ejercicios, enseñanza de técnicas para sobrellevar el dolor, orientación y farmacoterapia.

ARTRITIS REUMATOIDE

Artritis Reumatoide
¿Cómo se trata la AR?
En estos momentos, no hay cura para la AR. Hasta que no se conozca la causa de la AR, probablemente no sea posible erradicar la enfermedad por completo. No obstante, existen tratamientos con fármacos muy eficaces, y el tratamiento temprano es crucial. Los métodos actuales de tratamiento se centran en aliviar el dolor, reducir la inflamación, detener o retrasar daños en las articulaciones, y mejorar las funciones y el bienestar del paciente. Los tratamientos modernos han mejorado considerablemente la calidad de vida de las personas con AR.
El programa de tratamiento será ajustado para adaptarse a sus necesidades, teniendo en cuenta la gravedad de la artritis, otras dolencias que pueda tener y su estilo de vida individual.
Su equipo de salud
El tratamiento de la AR a menudo requiere un enfoque de equipo, el cual beneficia al paciente gracias a la experiencia de profesionales de la salud de diferentes ramas. Un reumatólogo (un médico con formación especial en artritis y otras enfermedades de los huesos, músculos y articulaciones) suele actuar como líder del equipo de salud. El reumatólogo coordina los cuidados con el médico de familia, un médico especializado en medicina interna (un internista), o con otros profesionales del cuidado de la salud.
Otros profesionales de la salud, como terapeutas físicos, terapeutas ocupacionales, enfermeras, psicólogos, cirujanos ortopédicos y trabajadores sociales, a menudo desempeñan papeles importantes al ayudarle a controlar la enfermedad.
¿Qué medicamentos se utilizan?
Los medicamentos que se utilizan para tratar la AR se pueden dividir en dos grupos: los que pueden aliviar los síntomas y los que pueden modificar la enfermedad. Su médico podría recomendar el uso de dos o más medicamentos de forma simultánea, cada uno de los cuales cumplirá un fin distinto en el tratamiento de la AR. Algunos de estos medicamentos afectan el sistema inmuno-lógico o tienen otros efectos secundarios, por lo que será de gran importancia una cuidadosa vigilancia durante el tratamiento.
Aunque todos los fármacos (incluso aquellos cuya venta no está restringida) tienen efectos secundarios, la AR puede causar problemas serios, como la destrucción de las articulaciones, si no se trata. Por lo tanto, las decisiones relacionadas con el tratamiento deben hacerse concienzudamente, sopesando los beneficios del tratamiento (alivio del dolor, prevención de la discapacidad) y los riesgos, e incluso el costo de la utilización de ciertos tipos de fármacos. Llame a su médico, enfermero o farmacéutico si tiene alguna duda sobre sus medicamentos, o si piensa que éstos están produciendo efectos secundarios o no están funcionando adecuadamente.
Medicamentos Sintomáticos
Los siguientes medicamentos pueden aliviar los síntomas asociados con la AR.
AINEs y Aspirina
Los AINEs, o fármacos antiinflamatorios no esteroideos, incluyendo aspirina, ibuprofeno, naproxeno de sodio y otros, se utilizan para ayudar a aliviar el dolor y combatir la inflamación que acompaña a la AR. No obstante, los AINEs por sí solos no suelen constituir un tratamiento adecuado para la AR. La mayoría de pacientes con AR también necesita tomar medicamentos modificadores de la enfermedad o agentes biológicos.
Los AINEs y la aspirina pueden causar efectos secundarios, como dolor de estómago e incluso hemorragias. Si usted experimenta estos efectos secundarios, su médico podría recetar medicamentos adicionales que puedan ayudar a reducir el riesgo de tales efectos, u otro medicamento para la AR que tenga un mínimo efecto sobre el estómago.
La aspirina, que pertenece a un grupo de AINEs llamados salicilatos, todavía es utilizada por muchos médicos para tratar la AR. Para que sea eficaz, debe usarse regularmente y ser administrada en dosis mucho más altas que las que comúnmente se utilizan para combatir el dolor. Aunque la aspirina sea menos costosa que otros AINEs similares y sus niveles en la sangre puedan medirse con precisión, puede ocasionar problemas gástricos en muchas personas. La mayoría de los médicos recomienda que los pacientes tomen aspirina o AINEs junto con alimentos, para ayudar a prevenir los síntomas relacionados con problemas gástricos.
Si usted experimenta problemas gástricos al tomar aspirina o AINEs, podrían utilizarse derivados de aspirina, llamados salicilatos no acetilados. Los salicilatos no acetilados (salsalato, trisalicilato de magnesio) están disponibles con receta médica y causan menos problemas gástricos.
Tomados en dosis completas, los diversos AINEs y la aspirina suelen presentar niveles similares de efectos antiinflamatorios y analgésicos. Uno de los beneficios adicionales del uso de AINEs o aspirina en la AR, es que proporciona protección contra ataques cardíacos y apoplejías. No debe tomar aspirina mientras esté tomando otro AINE, ni combinar diferentes AINEs, a menos que su médico le recomiende que lo haga. También hay disponibles nuevos AINEs con menos posibilidad de dañar el estómago.
Los inhibidores selectivos de la COX-2, tales como celecoxib (Celebrex) y rofecoxib (Vioxx), pertenecen a una subcategoría de AINEs que puede resultar más segura para el estómago. Todos los AINEs funcionan bloqueando la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas. No obstante, los AINEs tradicionales no sólo bloquean las prostaglandinas en el lugar de la inflamación, sino también en órganos como el estómago, en donde las prostaglandinas proporcionan protección contra irritaciones gástricas.
Los inhibidores selectivos de la COX-2 (ciclooxigenasa-2) bloquean las prostaglandinas únicamente en el lugar de la inflamación. Éstos no afectan las prostaglandinas que protegen el estómago y hacen que las plaquetas formen coágulos de sangre. Como resultado, con los inhibidores de la COX-2 hay un riesgo reducido de problemas gástricos, como hemorragias. No obstante, como los inhibidores de la COX-2 no afectan la coagulación, no proporcionan protección contra apoplejías o ataques cardíacos.
Analgésicos
Los analgésicos alivian el dolor, pero no reducen la inflamación de las articulaciones. Entre estos medicamentos se incluyen el acetaminófeno (Tylenol y otras marcas), propoxifeno (Darvon y otras marcas) y tramadol (Ultram), así como los medicamentos narcóticos contra el dolor, como el acetaminófeno con codeína. Los medicamentos narcóticos contra el dolor no suelen recomendarse por sí solos en el tratamiento de la AR a largo plazo, porque a menudo tienen efectos secundarios indeseables (incluyendo estreñimiento) y pueden crear fármacodependencia si se toman en exceso.
Glucocorticoides
Los glucocorticoides (cortisona, prednisona) pueden ayudar a aliviar los síntomas de la AR. Estos medicamentos están relacionados con la cortisona, una hormona natural que se encuentra en el cuerpo y controla muchas funciones importantes, como la presión sanguínea y el pulso. Sin cortisona usted no podría vivir.
Si toma dosis elevadas de glucocorticoides durante unos meses, comenzará a experimentar efectos secundarios. Estos efectos secundarios pueden ser serios e incluir aparición rápida de hematomas, osteoporosis (pérdida y resquebrajamiento de la masa ósea), cataratas, glaucoma, aumento de peso, redondez facial, susceptibilidad a infecciones, diabetes, hipertensión y problemas emocionales y psiquiátricos. Incluso tras un corto tratamiento con glucocorticoides, raramente se presentan señales de osteonecrosis, una condición que produce serios daños en los huesos.
Se pueden utilizar dosis bajas de glucocorticoides junto con aspirina, AINEs o fármacos modificadores de la enfermedad, para ayudar a controlar la inflamación de las articulaciones.
Muchos de los beneficios y efectos secundarios de los glucocorticoides están directamente relacionados con la dosis administrada. El objetivo es encontrar la dosis efectiva más baja posible, para evitar tantos efectos secundarios como se pueda. Los glucocorticoides suelen administrarse en combinación con fármacos modificadores de la enfermedad y no deben considerarse como una única forma de tratamiento farmacológico contra la AR. Si usted toma glucocorticoides regularmente, debe hablar con su médico sobre la ingestión de calcio y vitamina D, así como sobre hormonas y otros medicamentos que puedan prevenir la osteoporosis.
La administración de glucocorticoides durante períodos prolongados reduce o detiene la capacidad del cuerpo para producir su propia cortisona. Es peligroso detener súbitamente o reducir de forma significativa la cantidad de glucocorticoides que pueda estar tomando, porque el cuerpo podría dejar de producir cortisona con la rapidez suficiente. Por lo tanto, cuando es necesario reducir la dosis de glucocorticoides, se requiere que el médico la reduzca lentamente (variación gradual). Asimismo, podría ser necesario suplementar o incrementar la dosis en períodos de mucho estrés, como durante una cirugía.
Los glucocorticoides pueden inyectarse directamente en las articulaciones afectadas por la AR. Tales tratamientos pueden reducir la inflamación en las articulaciones hinchadas o doloridas, o con períodos frecuentes de agudización. Como su efecto es local, la inyección directa en la articulación controla temporalmente la inflamación y evita la mayoría de los efectos secundarios indeseables que aparecen con el uso diario de píldoras de glucocorticoides. Las inyecciones pueden producir un efecto sistémico temporal y podrían tener efectos secundarios dañinos en las articulaciones si se utilizan más de unas cuantas veces al año.
Medicamentos Modificadores de la Enfermedad
Los fármacos que alivian síntomas además de tener capacidad para modificar el proceso de la enfermedad de la AR, son conocidos como fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMEs) o agentes de segunda línea.
Metotrexato
Uno de los FARMEs utilizados más comúnmente para el tratamiento de la AR es el metotrexato. El metotrexato se toma una vez a la semana en forma de píldora, líquido o inyectable.
El médico revisará con frecuencia las funciones hepáticas y el recuento sanguíneo mientras usted esté tomando el fármaco, para detectar anormalidades en el funcionamiento del hígado o de la médula ósea. Si toma metotrexato no debe ingerir alcohol, ya que la combinación podría aumentar el riesgo de daños al hígado. Además, se le podría aconsejar que se someta a una biopsia del hígado después de tomar metotrexato, si se sospechan daños en éste.
Otros posibles efectos secundarios del metotrexato incluyen desarreglos gástricos, úlceras en la boca, dolores de cabeza, mareos, fatiga y síntomas parecidos a los de la gripe o diarrea. El uso diario de una simple vitamina, el ácido fólico, puede reducir algunos de esos efectos secundarios. Un efecto secundario serio del metotrexato, aunque raro, es la inflamación de los pulmones. Notifique a su médico inmediatamente si se le presenta una tos seca o experimenta dificultades respiratorias importantes, sobre todo si tiene fiebre, mientras toma metotrexato.
Hidroxicloroquina y otros antimaláricos
Los fármacos antimaláricos, desarrollados en un principio para el tratamiento del paludismo, han sido utilizados durante muchos años para tratar la AR. Los fármacos antimaláricos se utilizan para aliviar la inflamación y el dolor de las articulaciones. El antimalárico de uso más común es la hidroxicloroquina (Plaquenil).
La hidroxicloroquina se administra en forma de tableta, por lo general, una o dos veces al día. Serios efectos secundarios suelen ser poco frecuentes, pero las personas que toman estos medicamentos deben someterse a exámenes oculares con regularidad para detectar posibles daños en la retina, que podrían causar una disminución del color o de la visión periférica, a pesar de que tales lesiones sean extremadamente raras. Los efectos adversos sobre la vista pueden limitarse si este efecto secundario se detecta temprano.
Sulfasalazina
La sulfasalazina (Azulfidine) es una combinación farmacológica de antibiótico/antiinflamatorio, utilizada para tratar tanto la AR como enfermedades inflamatorias intestinales. Los efectos secundarios pueden incluir erupciones, desarreglos gástricos, dolores de cabeza, disminución en el recuento de glóbulos blancos y plaquetas, así como tener efectos negativos para el hígado. Las personas alérgicas a medicamentos con sulfa no pueden tomar sulfasalazina.
Leflunomida
La leflunomida (Arava) es un fármaco modificador de la enfermedad relativamente nuevo, utilizado para tratar la artritis reumatoidea. Los efectos secundarios pueden incluir erupciones de la piel, alopecia (pérdida del cabello) reversible, así como síntomas gastrointestinales y hepáticos. Usted deberá someterse a frecuentes análisis de sangre, incluyendo recuentos y estudios de las funciones hepáticas, mientras tome este fármaco.
Las personas con infecciones activas o las mujeres embarazadas o lactantes no deben tomar leflunomida. Debido a que los estudios han demostrado que la leflunomida puede causar defectos de nacimiento en animales, las mujeres con posibilidad de embarazo deben utilizar un método anticonceptivo seguro mientras tomen leflunomida. Si una mujer desea quedar embarazada, debe dejar de tomar leflunomida y tomar otro fármaco que le ayude a eliminar la leflunomida del cuerpo, incluso si no la ha tomado durante años. Los hombres que toman leflunomida deben seguir el mismo procedimiento si desean engendrar un niño.
Terapia de Oro
La terapia de oro, administrada en forma de sales de oro inyectables (Myochrysine, Solganal) o píldoras de oro (Ridaura), fue una de las primeras formas de terapia FARME disponibles para el tratamiento de la AR. Ahora la terapia de oro se usa raramente, y ha sido reemplazada principalmente por el metotrexato.
Entre los posibles efectos secundarios de la terapia de oro se incluyen erupciones, proteína en la orina y recuentos de sangre anormales.
D-Penicilamina
La D-penicilamina (Depen, Cuprimine) se toma diariamente en ayunas en forma de píldora. Puede causar efectos secundarios similares a aquellos vistos con la terapia de oro y, al igual que todos los medicamentos para la AR, requiere una supervisión estrecha y una vigilancia cuidadosa por parte de su médico. Su uso ha decrecido en los años recientes, debido a sus efectos secundarios y limitados beneficios.
Azatioprina
La azatioprina (Imuran) es un fármaco inmunosupresor, aprobado para el tratamiento de la AR. Se suministra como píldora, y requiere análisis regulares de sangre para vigilar los efectos del fármaco sobre la médula ósea y el hígado. Entre los posibles efectos secundarios se incluye un incremento del riesgo de infecciones y erupciones.
Ciclosporina
El fármaco inmunosupresor ciclosporina (Neoral) ha sido aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) para el tratamiento de AR severa y activa, en combinación con el metotrexato. Existe un pequeño riesgo de daños al riñón con el uso de la ciclosporina, y su médico revisará con frecuencia su presión sanguínea, vigilará el funcionamiento de los riñones y lo someterá a análisis de sangre para detectar cambios mientras tome ciclosporina.
Minociclina
La minociclina (Minocin, Dynacin) es un antibiótico que produce efectos benéficos modestos en algunos pacientes con AR. Su efectividad puede ser sustancialmente mayor en las primeras etapas de la AR, lo cual probablemente se debe más a las propiedades antiinflamatorias del fármaco, que a su capacidad para matar bacteria. Las personas alérgicas a la tetraciclina no deben tomar minociclina. Este fármaco puede interferir con la efectividad de ciertos medicamentos anticonceptivos.
Agentes biológicos
El etanercept (Enbrel), el infliximab (Remicade), el anakinra (Kineret) y el adalimumab (Humira) llamados también modificadores de la respuesta biológica (MRBs), atacan elementos químicos específicos del sistema inmunológico, involucrados en la artritis reumatoidea. Estos agentes biológicos bloquean la acción del factor de necrosis tumoral (FNT), un elemento químico que desempeña un papel importante en la inflamación y en los daños a los tejidos.
Tanto el etanercept como el infliximab han sido aprobados para el tratamiento de la AR. Además, el etanercept también ha recibido la aprobación de la FDA para su uso en niños y adolescentes (de 4 a 17 años de edad) que padezcan de artritis juvenil.
El etanercept se prescribe para la “disminución de señales y síntomas, así como para retardar daños estructurales en pacientes con AR que va de moderada a gravemente activa”. El etanercept se administra dos veces por semana en forma de inyecciones subcutáneas, en el muslo, el abdomen o el brazo. Usted puede inyectarse a sí mismo, o dejar que lo inyecte un familiar o proveedor de cuidados de salud. El fármaco debe mantenerse refrigerado por ser una proteína natural que puede descomponerse a temperatura ambiente.
Los efectos secundarios más comunes del etanercept incluyen dolores de cabeza, infección de las vías respiratorias superiores y reacciones benignas, como picazón y enrojecimiento, en los lugares de aplicación de inyecciones. Si usted presenta síntomas de infección mientras usa etanercept, llame a su médico para recibir una evaluación y tratamiento apropiados. Además, con el etanercept existe un pequeño riesgo de daños a la médula ósea, así como de complicaciones neurológicas.
El infliximab, en combinación con el metotrexato, se prescribe para la “reducción de señales y síntomas e inhibición del progreso de daños estructurales en pacientes con AR que va de moderada a gravemente activa, que hayan tenido una reacción inadecuada al metotrexato solo”. El infliximab se administra de forma intravenosa, y un profesional de la salud con experiencia en perfusiones le administrará el fármaco directamente en la vena. El proceso de perfusión, el cual requiere unas tres horas, puede hacerse en casa con la ayuda de un enfermero, en una clínica para pacientes externos, en un centro de perfusión o en la consulta del médico. Después de la primera perfusión, usted recibirá otra a las dos semanas, a las seis semanas, y luego una cada ocho semanas.
Los efectos secundarios más comunes del infliximab incluyen infecciones de las vías respiratorias superiores, dolores de cabeza, sinusitis y tos. Si se le presentan síntomas de infección mientras utiliza el infliximab, llame a su médico para recibir una evaluación y tratamiento apropiados.
El anakinra actúa bloqueando la acción de una citoquina inflamatoria, la interleuquina-1 (o IL-1). Se administra a través de inyecciones diarias con un dispositivo especial Se ha aprobado el anakinra para el tratamiento de la AR.
El adalimumab se indica para reducir la simtomatología e ihibir el progreso del daño articular en adultos con AR moderada o severa que tienen una respuesta inadecuada a otros medicamentos. Se puede usar sólo o con otros agentes biologicos. Se administra cada dos semanas por medio de inyecciones en el muslo o abdomen. Debe refrigerarse.
Se están desarrollando otros agentes biológicos para bloquear otros componentes específicos de los procesos inmunológicos e inflamatorios relacionados con la AR.
Terapia de columna de Prosorba
La terapia de la Inmunoadsorción de la Proteína A (la columna de Prosorba) es un novedoso enfoque en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoidea moderada a severa, que no han respondido bien al tratamiento con FARMEs. La columna de Prosorba, un dispositivo médico, elimina algunos de los anticuerpos hallados en el plasma (la porción líquida de la sangre) que están asociados con la artritis reumatoidea.
Los efectos secundarios de la terapia de la columna de Prosorba incluyen un estado sintomático parecido a la gripe, con escalofríos, fiebre moderada y fatiga pasajera.
Ejercicio, actividad y descanso: ¿Cuánto debe hacer?
Durante muchos años, se pensaba que las personas que padecían de artritis debían descansar sus articulaciones para protegerlas contra daños. Ahora, sin embargo, los médicos y terapeutas saben que estos pacientes pueden mejorar su salud y condición física a través del ejercicio (sin lastimar las articulaciones). Una actividad física moderada y habitual ayuda a disminuir la fatiga, fortalece los músculos y huesos, aumenta la flexibilidad y la energía y mejora la sensación de bienestar general.
Puede trabajar con su equipo de salud para determinar la mejor combinación de ejercicio, actividad y descanso para su dolencia. Cuando se padece de AR, es importante hacer ejercicio para mantener las articulaciones flexibles, los músculos fuertes y el corazón y los pulmones en buenas condiciones.
Cuando una articulación está caliente, dolorida e hinchada, el descanso ayudará a disminuir la inflamación, y los ejercicios de movimientos de alcance general ayudarán a mantener el movimiento de las articulaciones. Su médico o terapeuta puede guiarle sobre la cantidad y el tipo de descanso que necesita. Sin embargo, reducir temporalmente el nivel de actividad no significa suspender todo ejercicio. Usted aún debe ocuparse de la movilidad de las articulaciones realizando ejercicios de movimientos de alcance general, e isométricos para la fortaleza muscular.
Los ejercicios de movimientos de alcance general están concebidos para preservar la movilidad de las articulaciones y usualmente se realizan sin peso. Debe mover las articulaciones a través del alcance total del movimiento, prestando una atención especial al final del movimiento, donde la movilidad podría perderse primero.
Los ejercicios isométricos le pueden ayudar a mantener fuertes los músculos sin mover las articulaciones. Su médico o terapeuta puede enseñarle la manera adecuada de realizar estos ejercicios.
Como no implican movimiento de las articulaciones, estos ejercicios se pueden hacer cómodamente incluso cuando la inflamación está presente. Por lo general, puede continuar con ejercicios acuáticos durante los períodos de agudización, porque la flotación del agua ayuda a proteger las articulaciones y facilita los movimientos.
Cuando los síntomas estén bajo control, deberá reanudar gradualmente un programa completo de ejercicios que incluya ejercicio aeróbico. El ejercicio cardiovascular es importante para la salud en general, el control del peso, la fortaleza muscular y el nivel de energía. Los programas de bajo impacto para mantenerse en forma, como caminar o montar en una bicicleta estacionaria, son por lo común buenas opciones. Debe consultar con su médico o terapeuta sobre el programa adecuado para usted.
¿Cómo le ayudan los terapeutasfísicos y ocupacionales?
La terapia puede ayudar a la mayoría de los pacientes con AR. Los terapeutas físicos pueden evaluar sus necesidades especiales y enseñarle la manera adecuada de hacer ejercicio para mejorar la movilidad de las articulaciones, la fortaleza muscular y la capacidad aeróbica. Ellos también le pueden proporcionar valiosas instrucciones sobre cómo utilizar eficazmente los tratamientos de calor y frío para reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón, así como para facilitar los movimientos. Además, también pueden proporcionarle rehabilitación postoperatoria, férulas, soportes para caminar y calzado ortopédico.
Los terapeutas ocupacionales le enseñan a proteger y utilizar las articulaciones. Ellos también le instruyen sobre cómo realizar las tareas diarias, tanto en el trabajo como en el hogar, de manera que se reduzca el estrés en las articulaciones. Los terapeutas ocupacionales le pueden enseñar formas inteligentes de utilizar su energía, y de planificar las actividades diarias de una manera eficiente. También le pueden enseñar técnicas de relajación.
¿Cuándo es la cirugía su mejor opción?
Si sufre dolor y discapacidad a causa de un daño severo en las articulaciones, su médico podría sugerirle el reemplazo total de la articulación (llamado también artroplastia total de la articulación). El reemplazo de la articulación le puede ayudar a continuar siendo independiente. Los cirujanos ortopédicos son quienes llevan a cabo estos procesos, que suponen el reemplazo de las partes dañadas de las articulaciones con componentes de metal y plástico. Estas partes se unen al hueso con cemento, o se revisten con un metal poroso o producto químico, que permite que el hueso se una al componente.
Los reemplazos totales de cadera y rodilla son las artroplastias más comunes y más exitosas que se realizan. A éstas les siguen las cirugías de la mano. La mayoría de cirugías requiere rehabilitación postoperatoria obtener el máximo beneficio de la nueva articulación. También pueden asignarle un programa de ejercicios antes de la cirugía para fortalecer los músculos. Toda cirugía de reemplazo de articulaciones debe ser llevada a cabo por un cirujano con formación especializada en este tipo de cirugía.
Típicamente, los médicos prescriben un programa de medicamentos y terapia antes de pensar en el reemplazo de una articulación.
¿Puede la dieta ayudar a controlar la AR?
Algunas personas con AR sospechan que ciertos alimentos pueden agravar o aliviar su artritis. Cuidadosos estudios científicos no han logrado probar hasta ahora que los cambios de dieta tengan importancia en la causa o cura de la AR, en la mayor parte de las personas. No obstante, los ácidos grasos omega-3 (hallados en los peces de agua fría) pueden reducir moderadamente la inflamación de la AR, cuando se toman en cantidades suficientes.
Es muy importante mantener una dieta saludable que incluya cantidades adecuadas de proteína y calcio. Durante los períodos de agudización de la artritis, puede perder el apetito y tener tendencia a adelgazar. Durante estos períodos, es importante que se asegure de consumir suficientes calorías. Cuando la artritis esté menos activa o si toma glucocorticoides, es importante que evite el exceso de peso. Consuma sólo cantidades moderadas de alcohol si está tomando aspirina o AINEs, y evítelo por completo si toma metotrexato. Todos los pacientes con AR, y en particular aquellos que tomen glucocorticoides, deben ingerir suplementos de calcio y una multivitamina que contenga vitamina D. Para reducir la pérdida de hueso, podría ser necesaria la utilización de sustitutos de hormonas y/u otros agentes.
Otras prácticas saludables, como someterse con regularidad a reconocimientos médicos y no fumar, también son muy importantes.