sábado, 28 de marzo de 2009

ARTRITIS JUVENIL

La Artritis Juvenil
¿Qué es la Artritis Juvenil?.
La palabra artritis significa inflamación de las articulaciones. La inflamación de las articulaciones causa dolor, rigidez, hinchazón y disminución de movilidad. La artritis juvenil se refiere a la artritis o a una condición relacionada con la artritis (enfermedad reumática) que ocurre antes de los 16 años.
En Estados Unidos, casi 300.000 niños padecen de alguna forma de artritis juvenil. La forma de artritis más común en los niños es la artritis reumatoide juvenil (ARJ). La artritis también afecta a los niños como un síntoma de otras enfermedades, entre las que se encuentran enfermedades que afectan a la columna vertebral, la piel, el tracto gastrointestinal y otros órganos.
Aún se desconoce la causa de la mayoría de las formas de artritis juvenil. La artritis juvenil no es contagiosa y no existe evidencia de que las comidas, toxinas, alergias o carencia de vitaminas jueguen un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Las investigaciones actuales indican que puede haber una predisposición genética a la artritis juvenil. En otras palabras, la combinación de los genes que su hijo haya heredado puede contribuir, en conjunción con otros factores que no están definidos en este momento, en el desarrollo de la artritis. Tipos de Artritis Juvenil y Condiciones Relacionadas.
Es importante determinar si su hijo tiene un tipo de artritis o una afección relacionada, ya que los tratamientos son diferentes en cada caso. El diagnóstico precoz y el tratamiento posterior son fundamentales para prevenir o reducir el daño en las articulaciones

Artritis reumatoide juvenil
La forma de artritis más común en los niños es la artritis reumatoide juvenil (ARJ). También se conoce como artritis idiopática juvenil (AIJ) y artritis crónica juvenil (AJC). A menudo es una afección leve que ocasiona pocos problemas, aunque puede dar lugar a serias complicaciones en casos graves.
Los síntomas de la artritis reumatoide juvenil incluyen:
Fatiga;
Hinchazón;
Rigidez; o
Dolor en las articulaciones, lo cual se agrava después del sueño o la inactividad.
Sin embargo, como la ARJ afecta a cada niño de forma diferente, es probable que su hijo no experimente todos estos cambios. Por otra parte, el grado de afección de cualquier síntoma también varía de niño a niño.
Los síntomas de la artritis reumatoide juvenil no sólo varían según el niño, sino que también varían de día a día e incluso durante el mismo día. Un día puede parecer que su hijo ha entrado en remisión, que es el período en el que los síntomas de la artritis y los signos observados en los exámenes físicos mejoran o incluso desaparecen. Otros días es posible que su hijo muestre un episodio – lo cual ocurre cuando la artritis se vuelve más activa. Sin embargo, el médico de su hijo es el único que puede determinar cuándo el niño está en remisión. Aunque haya una sola articulación inflamada, la artritis se considerará activa.
Existen tres tipos principales de artritis reumatoide juvenil:
Poliarticular, que afecta a cinco articulaciones o más;
Pauciarticular, que afecta a lo máximo cuatro articulaciones; y
Sistémica, que se acompaña por fiebre elevada y una irritación en la piel.
Artritis Reumatoide Juvenil Poliarticular
Generalmente, la artritis poliarticular afecta a las articulaciones pequeñas de los dedos y las manos, aunque también puede afectar a las articulaciones que soportan mucho peso, como las rodillas, la cadera, los tobillos y los pies. Normalmente, este subtipo de artritis afecta a las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo.
Síntomas adicionales incluyen:
Fiebre baja;
Una prueba de factor reumatoide (FR) positiva;
Nódulos reumatoides (protuberancias debajo de la piel, con mayor frecuencia en el codo); y
Anemia (número bajo de glóbulos rojos).
Dos lugares en el cuerpo de especial preocupación en niños con artritis poliarticular son la articulación temporomandibular y la columna cervical (cuello). La artritis en la articulación temporomandibular puede restringir el movimiento normal de la mandíbula a causa del dolor y molestia al morder. También puede provocar el crecimiento anormal de la mandíbula, que pudiera resultar en el torcimiento de la boca al abrirla y sonreír. La artritis del cuello puede provocar inestabilidad o fusión de los huesos de la columna cervical, con posibilidad de lesión en la médula espinal a partir de un trauma relativamente menor. Su médico comprobará si existe esta afección mediante un examen de rutina y radiografías cuando sea apropiado.
Artritis Reumatoide Juvenil Pauciarticular.
Pauciarticular es la forma más común de artritis reumatoide juvenil, especialmente en niños pequeños. La artritis reumatoide juvenil pauciarticular afecta menos de cuatro articulaciones, que habitualmente son las articulaciones grandes (rodillas, tobillos o codos) de un lado del cuerpo. Entre los tres subtipos de artritis reumatoide juvenil, la pauciarticular es la que tiene el mayor riesgo de provocar la inflamación ocular crónica nombrada uveítis. Los ojos de su hijo deben ser revisados regularmente por un oftalmólogo (médico especializado en ojos).
Artritis Reumatoide Juvenil Sistémica.
Sistémico significa que afecta a todo el cuerpo. Esta es la forma menos común de artritis reumatoide juvenil. Puede afectar los órganos internos del niño además de las articulaciones.
Los síntomas incluyen:
Grados de fiebre elevada, de 103 °F (39 °C) o más, que pueden durar semanas o incluso meses;
Irritación con granos color rojo pálido que aparecen en el pecho, los muslos y a veces en otras partes del cuerpo (la irritación en la piel suele acompañar a la fiebre y puede aparecer y desaparecer durante tres días seguidos);
Inflamación de las articulaciones, que suele comenzar en el mismo momento que los síntomas sistémicos (fiebre y erupción) pero que también puede comenzar varias semanas o meses después;
Inflamación de las membranas exteriores del corazón o los pulmones; inflamación del corazón o los pulmones;
Anemia; y
Dilatación de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
En muchos niños desaparecen completamente los síntomas sistémicos de la enfermedad (incluso la fiebre), pero la artritis continúa. En este tipo de artritis reumatoide juvenil, es posible que la artritis aparezca y desaparezca durante varias semanas, aunque en la mayoría de los casos es crónica.
Aunque la uveítis no es común en niños con artritis reumatoide juvenil sistémica, asegúrese de que el médico revise los ojos de su hijo anualmente.
Diagnóstico de la Artritis Juvenil.
El médico de su hijo puede tomar muchas medidas para detectar si él padece de algún tipo de artritis juvenil. Aunque puede ser frustrante, trate de tener paciencia. Pregunte sobre las pruebas o los procedimientos que no entienda. El diagnóstico puede incluir los siguientes pasos:
Historial médico completo;
Examen físico;
Pruebas de laboratorio; y
Radiografías.
Tratamiento de la Artritis Juvenil
Con el diagnóstico y tratamiento tempranos, los niños con artritis reumatoide juvenil podrán lograr el mejor resultado posible. El tratamiento de su hijo dependerá del tipo de artritis y de sus síntomas particulares. Todos los programas para el tratamiento de la artritis juvenil tienen como objetivo:
Controlar la inflamación;
Aliviar el dolor;
Prevenir daños en las articulaciones; y
Optimizar la función.
MedicamentosEl objetivo inmediato de la farmacoterapia es reducir la inflamación, aliviar el dolor y la hinchazón e incrementar al máximo la capacidad funcional. Por su parte, los objetivos a largo plazo son prevenir el avance de la enfermedad y la destrucción de huesos, cartílagos y tejidos blandos como los músculos, tendones y las cápsulas de las articulaciones. Los siguientes medicamentos se utilizan en el tratamiento de niños con artritis y afecciones relacionadas.
Medicamentos Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno y naproxeno, entre otros) son fundamentales en la terapia inicial de la artritis juvenil. Se debe tomar uno de estos fármacos en particular durante un período de seis a ocho semanas como mínimo para comprobar si ayuda a controlar el dolor y la inflamación. No todos los niños responden a cada medicamento. Por este motivo, el médico debe probar distintas medicinas antiinflamatorias no esteroides para encontrar la que tenga el efecto deseado. Se pueden hacer pruebas de laboratorio para controlar la toxicidad de dichos fármacos en su hijo.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides se obtienen en forma de píldoras y en forma líquida. Se toman de una a tres veces por día, según el fármaco prescrito.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
Dolor de estómago;
Náusea y vómito;
Anemia;
Dolor de cabeza;
Fuerte dolor abdominal a causa de úlceras estomacales;
Fragilidad;
Cicatrices en la piel (especialmente con naproxeno);
Disminución de la función renal; y
Dificultad de concentración.
Existe otro medicamento nuevos que puede resultar menos dañino para el estómago, como el inhibidor selectivo de COX-2 (ciclooxigenasa-2) – celecoxib (Celebrex). Aunque la Administración de Alimentos y Fármacos no ha autorizado el uso de Celebrex en la artritis reumatoide juvenil, se puede usar en niños que no toleran los medicamentos antiinflamatorios no esteroides estándar.
Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad (FARME)Los fármacos antirreumáticos modificadores de enfermedad, también conocidos como agentes inductores de remisión, no producen un efecto antiinflamatorio ni alivian el dolor de inmediato, sino que previenen ciertos daños en las articulaciones, como la destrucción ósea y la pérdida del espacio articular, varias semanas o meses después del inicio de la terapia. Estas medicinas se utilizan con más frecuencia en combinación con los medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Los niños que estén tomando estos medicamentos deben ser sometidos regularmente a pruebas de laboratorio para controlar la toxicidad.
MetotrexatoEl metotrexato (Rheumatrex, Trexall) se administra semanalmente, ya sea por vía oral (líquido o píldoras) o por inyecciones. Se trata del fármaco antirreumático modificador de enfermedad que más se prescribe para niños y adultos con artritis. Numerosos estudios en niños con artritis reumatoide juvenil han documentado los beneficios del metotrexato en los resultados del tratamiento de la enfermedad a largo plazo. Se han detectado pocos efectos secundarios graves al utilizar dosis bajas de metotrexato en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil. Pero sigue siendo importante el seguimiento regular de las pruebas de laboratorio. Entre los efectos secundarios se pueden encontrar náusea, vómito, llagas en la boca, diarrea, bajo número de glóbulos blancos e irritación del hígado. Los niños que estén tomando metotrexato pueden experimentar una disminución en la resistencia a infecciones. Por este motivo, durante el tratamiento con metotrexato no deben recibir vacunas de virus vivos atenuados, como la vacuna contra la varicela o la triple viral contra paperas, sarampión y rubéola (MMR en inglés).
De todos los niños tratados con metotrexato, aproximadamente entre el 50 y el 70 por ciento finalmente mejoran. Sin embargo, la mejoría sólo es evidente después de cuatro dosis como mínimo y, para que el efecto sea total, se pueden precisar hasta tres meses. Las dosis de metotrexato para niños se calculan de acuerdo con el peso y la altura corporal y se ajustan a medida que el niño crece. El tratamiento con metotrexato les facilita a los niños con artritis asistir a clases, participar en eventos escolares y alcanzar las metas de desarrollo apropiadas para la edad.
Si bien la FDA no ha autorizado el empleo de metotrexato en la artritis reumatoide juvenil, este agente es muy utilizado en el tratamiento de la enfermedad y constituye el mejor parámetro para evaluar los otros medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. El metotrexato se ha utilizado en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil durante más de 15 años y tiene un excelente perfil de seguridad.
SulfasalazinaLa sulfasalazina (Azulfidine, Azulfidine EN-Tabs) es un tratamiento efectivo para la artritis juvenil. Los efectos secundarios incluyen:
Malestar estomacal;
Diarrea;
Mareo;
Dolor de cabeza;
Sensibilidad a la luz solar;
Pérdida del apetito;
Problemas hepáticos;
Disminución en el recuento sanguíneo;
Náusea o vómito; e
Irritación en la piel.
Otros Agentes.
A veces, la ciclofosfamida (Cytoxan), talidomida (Thalomid) y ciclosporina (Neoral) se utilizan en la artritis juvenil cuando no se ha logrado controlar la actividad de la enfermedad con otros agentes.
Corticosteroides
Los corticosteroides (prednisolona, prednisona, metilprednisolona y dexametosona, entre otros) son agentes antiinflamatorios fuertes que se utilizan en casos graves de artritis juvenil o cuando no ha habido respuesta con otros fármacos. Se utilizan con precaución debido a sus numerosos efectos secundarios. Si se prescriben corticosteroides orales, se debe administrar la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible. A menudo el fármaco se toma por vía oral, en forma líquida o en píldoras. Los corticosteroides también se pueden administrar mediante inyecciones, ya sea en la propia articulación o a través de una vena (I.V.). Los corticosteroides administrados directamente en la articulación no tienen los efectos secundarios asociados con la administración oral o intravenosa prolongada.
Los posibles efectos secundarios de los corticosteroides orales incluyen:
Presión sanguínea elevada;
Osteoporosis (disminución de la densidad de los huesos);
Síndrome de Cushing (aumento de peso, cara de luna llena, piel delgada, debilidad muscular y fragilidad en los huesos);
Cataratas;
Retardo en el crecimiento:
Disminución de la resistencia a infecciones;
Cambios repentinos en el estado de ánimo;
Aumento del apetito; y
Mayor riesgo de úlceras.
Todos los niños que tomen corticosteroides deben tomar suplementos de calcio y vitamina D para ayudar a prevenir fracturas de huesos. Tampoco deben recibir vacunas de virus vivos atenuados, como la triple viral (MMR en inglés), y la vacuna contra la varicela. Por otra parte, los niños que estén tomando corticosteroides deben utilizar un brazalete o collar de alerta. De esta manera, el personal médico de emergencia sabrá que debe administrar medicación complementaria si el niño es operado o tiene una lesión grave.
Hidroxicloroquina
La hidroxicloroquina (Plaquenil) ayuda a controlar el dolor y la hinchazón de las articulaciones. Se suele utilizar en niños con tipos de artritis más leves o en combinación con metotrexato. Es la terapia establecida en numerosas condiciones relacionadas, entre las que se encuentran el lupus eritematoso sistémico y la dermatomiositis juvenil.
Los efectos secundarios de la hidroxicloroquina incluyen malestar estomacal, diarrea, irritación en la piel y, en raras ocasiones, cambios oculares que pueden alterar la visión en color. Los niños que tomen este fármaco deberán ir con regularidad a un oftalmólogo para que les revise los ojos. Si se detectan cambios oculares en los exámenes de rutina, se puede interrumpir el medicamento antes de que se produzcan cambios clínicos importantes en la visión. Aunque se desconoce la incidencia exacta de cambios en la visión, los datos recientes sugieren que se producen en muy raras ocasiones si se administran dosis estándar de hidroxicloroquina durante menos de cinco años.
Agentes Biológicos.
Los agentes biológicos, también denominados modificadores de respuesta biológica (MRB), constituyen una nueva clase de fármacos utilizados para el tratamiento de varias enfermedades, entre las que se incluye la artritis reumatoide juvenil.
Cuatro de estos modificadores han sido autorizados para el tratamiento de la artritis reumatoide adulta: etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade), adalimumab (Humira) y anakinra (Kineret). El etanercept, infliximab y adalimumab bloquean la acción de una proteína conocida por su contribución en la inflamación llamada factor de necrosis tumoral (FNT).
El etanercept es el único modificador de respuesta biológica aprobado por la FDA para ser utilizado en niños y adolescentes (de 4 a 17 años de edad) que padezcan artritis reumatoide juvenil poliarticular. Se ha demostrado que es efectivo en niños con este tipo de artritis que no logran una mejoría únicamente con el metotrexato. El etanercept también puede ser útil en el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil sistémica y la uveítis asociada con la artritis reumatoide juvenil.
Se administra por inyecciones una o dos veces por semana y se puede utilizar solo o en combinación con metotrexato. El efecto secundario más común del etanercept es una leve reacción de la piel en el lugar donde se pone la inyección. Debido a que este modificador fue descubierto recientemente, no se dispone de información sobre los riesgos que podría tener a largo plazo. No debe utilizarse en niños con infecciones crónicas. El médico de su hijo debe ser notificado si el niño presenta signos de infección considerable que requiera antibióticos mientras está tomando etanercept, a fin de poder determinar si se debe interrumpir temporalmente el medicamento.
El infliximab tiene un efecto similar al del etanercept y se administra mediante una infusión intravenosa (I.V.) en una clínica u hospital. La FDA no ha autorizado su utilización en niños con artritis reumatoide juvenil. El infliximab tiene mayor riesgo de reacción alérgica grave, por lo cual se realizará un estricto seguimiento de su hijo durante las infusiones.
El adalimumab y anakinra son modificadores de respuesta biológica adicionales que actualmente se están investigando para su utilización en niños. El adalimumab es otro inhibidor del factor de necrosis tumoral (FNT) que se administra mediante inyección subcutánea una vez cada dos semanas. La Anakinra bloquea otra proteína inflamatoria denominada interleucina 1. Se administra en inyecciones diarias. Ambos medicamentos requiren prescripción medica, ya que la FDA ha autorizado su uso en el tratamiento de la artritis reumatoide adulta.
Es importante que revisen a su hijo para ver si tiene infección tuberculosa antes de comenzar con cualquier fármaco antiFNT, incluyendo el infliximab, etanercept o adalimumab.
AnalgésicosLos analgésicos (acetaminofeno, tramadol) no reducen la inflamación, pero alivian el dolor. Los niños que tienen dolor constante a pesar del acetaminofeno y del tramadol pueden ser tratarse con medicamentos opioides contra el dolor. Entre ellos se encuentran la oxicodona, la morfina y la metadona. Los efectos secundarios pueden incluir mareos, náuseas, estreñimiento, dolor de cabeza y somnolencia. Sólo se deben tomar junto con otros medicamentos por recomendación de un médico.
Un tratamiento adecuado para el dolor no sólo es importante para el bienestar, sino es fundamental para el uso constante de las articulaciones afectadas. Los músculos, huesos y articulaciones mantienen la fuerza y la movilidad si se utilizan con frecuencia.
Otros Tipos de Artritis Juvenil.
Espondiloartropatías Juveniles.
Las espondiloartropatías son un grupo de enfermedades que pueden afectar a las articulaciones sacroilíacas o de la columna vertebral, así como también a las articulaciones de las extremidades inferiores, comúnmente la cadera y las rodillas.
Existen varias formas diferentes de espondiloartropatías, que incluyen:
La espondilitis anquilosante juvenil;
El síndrome de artropatía y entesopatía seronegativa (SAE);
La artritis asociada con enfermedad intestinal inflamatoria; y
La artritis reactiva.
Las espondiloartropatías aparecen con más frecuencia en niños que en niñas. Generalmente, la espondilitis anquilosante juvenil provoca artritis en las articulaciones grandes de las extremidades inferiores, como la cadera y el esqueleto axial.
Artritis Psoriásica Juvenil
La artritis psoriásica juvenil es un tipo de artritis que afecta a niños y niñas y ocurre en asociación con la psoriasis, que afecta a piel. Sin embargo, la psoriasis puede comenzar muchos años antes o después de la aparición de la artritis. Los síntomas de la psoriasis incluyen irritaciones rojas que se descaman, comúnmente detrás de las orejas, en párpados, codos y rodillas y en la línea del cuero cabelludo o la parte inferior del vientre. Pueden haber depresiones puntiformes o crestas en las uñas de las manos. Es probable que la psoriasis se produzca por los antecedentes familiares y no por la artritis del niño.
Dermatomiositis Juvenil
La dermatomiositis juvenil (DMSJ) es una enfermedad inflamatoria que provoca debilidad muscular y una irritación cutánea característica en párpados y nudillos. Alrededor del 20 por ciento de los niños que con esta enfermedad tienen artritis. El tratamiento de la enfermedad de la piel y los músculos es igual que el tratamiento de la artritis. En circunstancias especiales, es probable que su médico le recomiende un tratamiento adicional.
La dermatomiositis juvenil es más común en las niñas y aparece con más frecuencia entre los 5 y 14 años de edad. La debilidad muscular afecta los músculos del tronco, de los hombros y de la parte superior de la pierna. Esto ocasiona problemas para correr, subir escaleras o levantarse del suelo o de una silla, entre otras actividades. Con frecuencia, los niños con DMSJ tienen dolor o sensibilidad muscular, aunque generalmente no es grave.
Vasculitis Juvenil
Vasculitis significa inflamación de los vasos sanguíneos. La vasculitis se presenta en varias formas diferentes, cada una de ellas con características clínicas únicas que pueden incluir la artritis. Además, se puede presentar vasculitis en niños con DMSJ o lupus eritematoso sistémico.
Otras formas de vasculitis juvenil incluyen:
Poliarteritis nodosa;
Poliarteritis cutánea;
Granulomatosis de Wegener; y
Síndrome de Behçet.
Afecciones Juveniles no Inflamatorias
Las afecciones no inflamatorias son una causa importante del dolor crónico o recurrente en los niños. Se pueden producir por herencia, lesiones u otras causas desconocidas. No provocan el desarrollo de artritis.
El dolor y la rigidez generalizados son característicos de la fibromialgia, que es un síndrome de dolor crónico. Es posible que su hijo tenga fatiga constante, sueño agitado, ansiedad y depresión. El diagnóstico se basa en el historial clínico de su hijo y la presencia de puntos sensibles en lugares específicos del cuerpo. El tratamiento es una combinación de ejercicios, enseñanza de técnicas para sobrellevar el dolor, orientación y farmacoterapia.

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